El Ejército ruso repelió una nueva incursión ucraniana
El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que Ucrania intentó atacar la central nuclear de Kursk, pero Kiev negó la acusación.
Las Fuerzas Armadas rusas repelieron un intento de incursión de un grupo armado ucraniano en la región fronteriza de Briansk, vecina a la de Kursk, donde Ucrania logró tomar un nuevo asentamiento.
El gobernador de Briansk, Alexandr Bogomaz, informó que el miércoles un grupo de sabotaje ucraniano intentó entrar al distrito Klímovski. "El intento de incursión fue repelido en combate por las fuerzas del FSB y las Fuerzas Armadas de Rusia. El enemigo sufrió bajas", aseveró en su canal de Telegram, precisando que tras el enfrentamiento la situación en la zona es estable y está bajo control del Estado mayor operativo regional.
El exdiputado opositor ucraniano refugiado en Rusia, Oleg Tsariov, añadió en una publicación en el mismo servicio de mensajería que el incidente tuvo lugar en las cercanías de la localidad de Zabrama a las 19 horas de Moscú, cuando las fuerzas ucranianas intentaron avanzar con apoyo de tres blindados, pero retrocedieron tras media hora de combates. Una hora después, las fuerzas ucranianas volvieron a atacar, pero fueron igualmente repelidos. "En total, según fuentes locales, había unos 200 efectivos del Ejército ucraniano", señaló Tsariov.
La situación en Kursk
Mientras tanto, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, aseguró que las Fuerzas Armadas lograron tomar un nuevo asentamiento en la provincia rusa de Kursk, uno de los 100 que tiene ya bajo su control desde que comenzó la invasión a principios de agosto.
El mandatario hizo el anuncio tras verse con el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Alexander Sorski, en la provincia de Sumi para ser informado de las últimas novedades del frente, como las nuevas medidas para asegurar el control en Toretsk y Pokrovsk, ambas en la región de Donetsk.
Las autoridades militares también hicieron saber a Zelenski que tras el inicio de la incursión, hay una disminución de los bombardeos con armas de cañón y una disminución de las víctimas civiles en Sumi, provincia vecina de Kursk.
La acusación de Putin
Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, acusó a Ucrania de intentar atacar la central nuclear de Kursk, durante una reunión con el Gobierno sobre la situación en esa región. "El enemigo intentó atacar la planta nuclear. El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) ya fue informado", dijo durante un encuentro transmitido por televisión.
Putin destacó que el OIEA prometió enviar a sus especialistas a Kursk para evaluar la situación. El director del organismo, Rafael Grossi, viajará la próxima semana a la región fronteriza rusa, informaron fuentes oficiales rusas.
Durante la reunión, el jefe del Kremlin preguntó al gobernador de Kursk, Alexéi Smirnov, sobre la situación en torno a la planta. "La situación es estable, bajo control. Todos trabajan con normalidad", le respondió.
Kiev negó la acusación rusa. “El escenario deseado por Rusia, según el cual las Fuerzas Armadas de Ucrania estarían atacando la Central Nuclear de Kursk para acusarlas de terrorismo nuclear, no se sostiene”, expresó el jefe del departamento para combatir la desinformación del Consejo Nacional de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Andrí Kovalenko, citado por la prensa local.
Ucrania y Rusia se han acusado en repetidas ocasiones mutuamente de atacar la central nuclear de la región ucraniana de Zaporiyia, bajo control de Rusia desde los primeros días de la invasión militar rusa.